domingo, 17 de febrero de 2008

El otro lado

En el carnaval de Köln todo puede pasar, por ejemplo:
El masculino y duro detective puede terminar llorando...


... la Blumenmädchen puede tener más flores...


... o puede haber sido regada con un poco de cerveza...


... comer bratwurst con mostaza en la calle con temperatura bajo cero...


... o incluso, al jodido hiphopero le pueden terminar pintando la cara...


... uno nunca sabe, lo importante es lo que pasa cuando las energías ya no existen, la sangre ruega por volver a ser roja, y el cansancio nos gana de mano... en ese punto culminante, ese climax que todos conocemos y hemos dado en llamar "ponerse pelotudo". O sino, miren:

Un hiphopero...


Una Blumenmädchen (Nina de Flores) junto a una, o un, o.... detective privado...


Y un campesino de Bayern (con bandera argentina incluída)...


... se fueron al carnaval de Köln (también conocida como Colonia), uno de los más importantes de Alemania. La ciudad se convierte por tres días en una fiesta interminable donde vuelan los chocolates, la cerveza practicamente se evapora, y los borrachos cantan sin parar... "Wir glauben an den lieben Gott und haben immer durst!" ("Creemos en el querido Senor y tenemos siempre sed!"). En fin, para saber más, miren lo que sigue:


El mar norte


Larissa, Verena y yo, nos levantamos temprano y nos fuimos a Zandvoort, es decir, a una ciudad en la costa del mar del norte.
Un friiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiío (pido disculpas por lo onomatopéyico de la exclamación, pero no podía ser de otra manera) !!!


Estuvo bastante nublado y con mucho viento. Luego de una caminata, nos fuimos por las dunas, un lugar muy bonito donde Eolo nos dejó en paz y pudimos almorzar.


Un rato más tarde volvimos a la playa y tuvimos la grata sorpresa de encontrarnos con un sol resplandeciente... bueno, el viento todavía soplaba, pero estuvimos muy divertidos buscando algún caracol bonito, sacando fotos de otros caracoles raros y aplastando todos los demás caracoles feos!


Los problemas con Greenpeace los tendrá Larissa, ella vive ahí.

Superpoblación!

Bicicletas, miles de ellas, recorren Amsterdam de punta a punta. Tienen sus propias calles, sus propios estacionamientos, hasta sus propias senales de tránsito. No me creen que pueden ser tantas? Yo vi bicicletas... junto al mar...


... todas ordenadas...


... todas desordenadas...


... una arriba de la otra...


... y obvio, yo tenía una también! Gracias Larifari!

La metamorfosis

Conocen el libro de Kafka? Bueno, esto no tiene nada que ver con cucarachas ni con hombres que se transforman en ellas... pero...

Acto 1.
Verena Feliz
Entre orgullosa por su descubrimiento y ansiosa de probarlo, ella se relame mientras elige cada dulce.


Acto 2.
La consecuencia
Entre desilusionada por el sabor y herida en su amor propio por su error, ella intenta terminar alguno.



Son cosas que pasan... y terminan en un tacho de basura de Amsterdam.

viernes, 15 de febrero de 2008

Los países bajos


A lo largo de nuestra estadía en Amsterdam, que fue posible gracias a Larissa, la hermana de Verena, pude descubrir muchos aspectos interesantes de esta famosa ciudad. Por un lado, la legalización de las drogas, algo bastante conocido por el mundo entero, y por otro, la tolerancia a la prostitución, son dos item que sobresalen.


En el primer caso, existen los smart shop, es decir, los negocios donde se comercializa la marihuana y los hongos. A estos se suman los coffee shop, una suerte de bar o taberna donde se permite consumir dichas drogas. El punto negativo de esta política es que al pasar a ser drogas legales, la adicción a las mismas dejan de ser un problema, a lo cual se suma un consumo mucho mayor y un turismo de droga desde muchos puntos de Europa.


No todas las drogas son legales en Holanda, y tampoco es permitido fumar en la vía pública. No obstante, en un pequeno paseo nocturno pudimos apreciar que no se cumplen las leyes al pie de la letra ni mucho menos.
En dicho paseo, pasadas las 11 de la noche, pudimos apreciar la iluminación carmesí de las ventanas. Más precisamente, muchas (pero de verdad, realmente muchas) ventanas hacían las veces de marco de mujeres escasamente vestidas esperando por una oferta de algún cliente. De más está decir que el turismo sexual sostiene esta industria.


Sin embargo, Amsterdam es mucho más que sexo y drogas. Existe un movimiento cultural muy importante y son portadores de una historia que los convierte en un pueblo bastante peculiar.
Es de destacar su particular arquitectura, con construcciones inclinadas que permiten una mudanza a través de sus ventanas, o bien, en la zona de los suburbios, casas con inmensas ventanas donde uno puede apreciar todo lo que sucede en cada living. Esto último deriva de la tradición calvinista predominante, en la cual se sostenía que el sacerdote debía poder ver dentro de cada hogar para comprobar el orden y la limpieza en la casa de los fieles.


Este último dato, me deja pensando en la posible relación dada entre las estrictas reglas calvinistas y el "liberal" espíritu de este pueblo... O qué? o cómo?

Sobre los sinsabores de una guerra

Hospitales, vinedos, iglesias y una orgullosa Festung (castillo) en lo alto de la colina que puede verse desde cada rincón... ese sería el resultado de un vistazo de Würzburg. Una breve mirada que sólo es una parte de esta ciudad situada en el centro de Alemania, al noroeste de Bayern.
Sobre el final de la segunda guerra mundial, Würzburg sufrió un bombardeo de veinte minutos ininterrumpidos por parte de los aviones aliados. Dicho ataque respondía a la orden del alto mando aliado que ordenaba bombardear cada ciudad alemana con más de 100.000 habitantes. Podríamos decir que el moderno concepto acunado por Jorge W: "Ataque preventivo", fue la justificación de estos pioneros. En otras palabras, en una ciudad con esa población, todavía podían existir reminiscencias nazis... ante la duda...


El punto es que en Würzburg, no sólo que no había soldados a esa altura de la guerra, sino que era una ciudad llena de hospitales. En consecuencia, el productivo logro de este bombardeo significó que un 85% de la ciudad quedara en ruinas, a pocos meses del fin de la guerra, sin hablar por supuesto de las víctimas civiles, "danos colaterales" según nuestro querido Jorge. Este tipo de bombardeos también se dio sobre ciudades como Dresden, entre otras, que también quedó practicamente destruída.


Luego de la guerra, se pensó seriamente en dejar las ruinas como un lugar para la memoria y levantar la ciudad algunos kilómetros más abajo del río Main. Finalmente la opción fue desechada, y la ciudad fue reconstruída poco a poco.


Hoy en día, Würzburg parecería ser una ciudad fundada en los anos ´50, sin embargo, algunas viejas y afortunadas iglesias, junto a contados edificios antiguos dejan en claro la ciudad tiene más de mil anos.

jueves, 14 de febrero de 2008

No tenés auto, che!


Y luego de apoyarse en el bólido esmeralda, Verena, conmigo detrás cámara en mano, corrió sin mirar atrás, alejándose del intolerante dueno del mercedes. En fin, los enfermos de los autos no están todos en Warnes...

Bien al norte...

Hamburg es una enorme ciudad puerto algo parecida a Buenos Aires donde cae una casi permanente llovizna. Según contó Charly, un amigo de Verena que nos cedió gentilmente su departamento para pasar la noche, esta ciudad es la ciudad europea (o del mundo, no me acuerdo bien) con más puentes, incluso más que Amsterdam y Venecia juntas.
Aquí también viven Larissa y Jan, es decir, una de las hermanas de Verena y su novio. Larissa no está en Hamburg por este ano, ya que estudia en Amsterdam, pero Jan todavía estudia allí y junto a él y a Charly fuimos a ver cómo es la Reeperbahn, es decir, la zona roja. De más está decir que todo fue por cuestiones antropológicas, con fines científicos y enriquecedores intercambios culturales argentino-alemanes. Además, en Amsterdam, me di cuenta que una "callecita" con ventanas rojas como la de Hamburg no es nada comparado a la "oferta" holandesa de aquel viejo oficio...

lunes, 11 de febrero de 2008

Mi San Lorenzo querido


No podía faltar, es un sentimiento...

Un muro, dos alemanias



Lo que sigue a continuación no pretende de ninguna manera ser un relato exhaustivo sobre la historia alemana, simplemente es algo que hablamos mucho Verena y yo mientras caminábamos por las calles de Berlín. Hay mucho más para decir, y muchas conclusiones para sacar, aquí simplemente les cuento algo que forma parte de la identidad de los alemanes.


Como bien sabrán, luego de la segunda guerra mundial (y de una profunda crisis económica, seguida de más de una década de dictadura fascista) Alemania quedó descuartizada. Esto último puede entenderse en varios sentidos, es decir, no solo era un país absolutamente desvastado por seis anos de guerra ininterrumpida, sino que su territorio fue "repartido" entre las potencias que vencieron al eje.
Así, la Unión Soviética, el Reino Unido, Francia y Estados Unidos tomaron posesión de las tierras alemanas. Los territorios que correspondían al control de los países aliados se unificaron para fundar lo que hoy conocemos como República Federal de Alemania. En el caso de las tierras que se encontraban bajo la influencia de los bolcheviques, se formó la República Democrática Alemana, también conocida como Alemania del este o DDR (según las iniciales en alemán Deutsche Demokratische Republik).


Vale decir que esta división de Alemania representaba la división de influencias que se estaba produciendo alrededor de todo el mundo. Muchos libros de historia llaman a este período "la guerra fría", y Alemania fue considerada por ellos como el eventual campo de batalla donde se librarían las hostilidades entre las dos superpotencias: La Unión Soviética y Estados Unidos.
En efecto, esas hostilidades se libraron a más no poder en el territorio alemán. Sin embargo, "no se disparó una sola bala" sino que la guerra se desarrolló en el campo de lo simbólico, de la medición de recursos constante, de la demostración de quién era más poderoso.
La ciudad de Berlín, ubicada en medio de la DDR, también fue dividida entre aquellos cuatro países, aunque el Reino Unido y Francia no estaban en condiciones de hacerse cargo de la misma razón por la cual cedieron la responsabilidad a Estados Unidos. De esta manera, Berlín se convirtió en el mayor exponente de esa guerra simbólica que libraron soviéticos y norteamericanos durante medio siglo.


En Berlín, luego de la consolidación de ambas repúblicas alemanas, comenzó a producirse una emigración del este hacia el oeste. La gente que emigraba escapaba a un régimen socialista de tipo dictatorial, que brindaba protección social a sus habitantes pero que cuartaba libertades y establecía ano tras ano un estado policial, bajo el comando de la Stasi (Staatssicherheit, Seguridad del Estado).


En consecuencia, las autoridades de la DDR comenzaron a partir del ano ´61 la construcción de un muro que rodearía en su totalidad a Berlín occidental. La intención no solo consistía en impedir la migración sino que también pretendía limitar al máximo el conocimiento que los ciudadanos del este pudiesen tener sobre el oeste. De hecho, además del posible contrabando, el único contacto que la gente de la DDR tenía sobre Alemania Federal era lo que informaba su gobierno.


A fines del ano 1989 sucedió lo que pocos alemanes, tanto del oeste como del este, creían que alguna vez sucedería: el muro de Berlín cayo y con el cayeron, al menos simbólicamente, la DDR y, más tarde, la Unión Sovietica. El fin de la guerra fría que había tenido en vilo al mundo era casi un hecho, y la ciudad de Berlín volvía a ser una sola. Pocos tiempo después, Alemania se reunificó... luego de 45 anos.

sábado, 9 de febrero de 2008

Berlín


Una ciudad maravillosa aunque no sea de las más bonitas. Su encanto no pasa por la belleza, sino que la síntesis de símbolos históricos y culturales que hay allí, la hacen única y sumamente interesante.


Estuvimos cuatro días en la capital alemana, y debo decir que me quedaron muchas ganas de volver para seguir conociéndola.

El muro...



...los museos...



...el Reichstag...



...la Brandenburger Tor (puertas de Brandemburgo)...


...todos ellos son solo íconos de múltiples etapas en la historia de Alemania, y, en algunos casos, del mundo.
No los aburro más, y les cuento luego algunos detalles particulares de Berlín.